Sumario
- Los bloqueos de calles en Cuba se han convertido en una herramienta de la población para exigir agua, logrando en ocasiones que las autoridades envíen camiones cisternas.
- Un grupo de vecinos en Santos Suárez, La Habana, protestó por la falta de agua potable, interrumpiendo el tráfico con cubos vacíos; la protesta terminó tras la llegada de una pipa de agua.
- Expertos consideran que estas acciones reflejan una creciente conciencia ciudadana sobre sus derechos, aunque señalan la necesidad de mayor organización y estrategia.
Los bloqueos de calles en Cuba se han vuelto una constante para demandar agua y, en muchas ocasiones, logran su objetivo de forzar a las autoridades a gestionar camiones cisternas que abastezcan a las comunidades reclamantes.
Así ocurrió, en la mañana de este miércoles en la cuadra de Tamarindo entre Rabí y Diez de Octubre en el reparto habanero Santos Suárez, donde un grupo de ciudadanos, usando cubos vacíos y otros contenedores, interrumpieron el paso vehicular, según confirmaron a Martí Noticias, residentes del lugar, que se negaron a identificarse.
“Allá afuera hay bronca por el agua, pero yo no salgo porque, al final, una pipa para toda la cuadra no da. Llevamos 23 días sin agua corriente”, dijo uno de ellos.
Otra vecina explicó que la interrupción vial fue en “la parte de Tamarindo, pero lo que es la calzada de “Diez de octubre sí se podía pasar. Eran pocas personas, alrededor de ocho, y casi todas mujeres. Esto viene siendo como a dos cuadras de [la Esquina de] Toyo, donde fueron las manifestaciones del 11 de julio, esta es una zona ‘caliente’”, afirmó.
Poco tiempo después, con la llegada de una pipa de agua, los vecinos suspendieron la protesta y se arremolinaron alrededor del expendedor del vital líquido: “trajeron la pipa y todo el mundo se calmó”, relató.
Estas acciones, si bien obtienen soluciones efímeras, demuestran que la gente se ha dado cuenta que el régimen es absolutamente incapaz de resolver sus problemas, indicó desde España, José Manuel González Rubines, Máster en Democracia y Buen Gobierno.
“Demuestran que los ciudadanos cada vez están más conscientes de que son ciudadanos. No obstante, necesitan organización, necesitan extensión, necesitan durabilidad, necesitan sobre todo ganar en estrategia”, agregó.
“Yo creo que hacia eso iremos porque es parte de la toma de conciencia de que el ciudadano no puede seguir esperando, que el régimen le dé lo que son sus derechos, porque no lo hará. El régimen solo no dará nada”.
Las autoridades cubanas han respondido a las protestas por la falta de agua potable con promesas de abordar la escasez, achacando la crisis al embargo estadounidense, y en algunos casos, reprimiendo las manifestaciones.
El presidente Miguel Díaz-Canel y otros funcionarios han acusado a "enemigos de la revolución" y a Estados Unidos de instigar las protestas y desestabilizar el país.
“No creo que estas escenas que hemos visto en los últimos tiempos sean las más extremas que vamos a ver. Estoy bastante seguro de que la situación empeorará porque el sistema necesita dos cosas para revertir la situación actual y son un cambio total de sistema que no parece haber voluntad para hacerlo y necesita capital. Ninguna de las dos cosas parece que vaya a tenerla pronto”, recalcó el investigador del Observatorio Cubano de Auditoría Ciudadana.
Asimismo, se refirió a las protestas vistas, en los últimos tiempos, como las de Nepal “que barrieron un gobierno corrupto e instauraron otro” y las de Marruecos, que no han conducido a un cambio de gobierno, pero están ahí actuando”.
En este sentido, el analista consideró que, en Cuba, probablemente se produzca un escenario similar en la medida que se agudiza la precariedad de la vida y la pobreza.
“Todo ello a pesar de tener un aparato represivo que es posiblemente lo único que funciona bien el régimen. El hecho de que estas protestas sigan sucediendo constantemente, unas muy pequeñas, otras más grandes, demuestra que a pesar de años de deformación autoritaria a partir de la educación y de la propaganda, los ciudadanos están tomando cada vez más conciencia de que son ciudadanos y de que sus problemas sólo ellos los pueden solucionar”.